Qué pena, Liga MX

Recién aterrizando de París, busco ponerme al tanto de lo que está pasando en el fútbol mexicano. Y es que estas últimas dos semanas son, quizás, las únicas en las que realmente hay una desconexión total respecto a lo que pasa en el deporte del que todos hablamos las 24 horas del día y 7 días de la semana.

Los Juegos Olímpicos son ese ligero escape que nos damos cada 4 años para dejar atrás el fútbol y poner atención a otros deportes a los cuales nunca se les da seguimiento.

Y es aquí, cuando nos topamos con la realidad, que nos gustaría dejar de enfocarnos tanto en un solo deporte y repartir la atención a otros más. El fútbol suele regalarnos más decepciones y corajes, que alegrías. Pero como cualquier relación tóxica, estamos negados a separar nuestros caminos.

Y es que resulta -hasta cierto punto- depresivo el regresar y tener que hablar de la Leagues Cup. Y aún más depresivo saber que, otra vez, los equipos mexicanos se están quedando en el camino muy rápido e incluso el torneo local tendrá que reanudarse antes de lo esperado. 16 de 18 equipos quedaron eliminados antes de 4tos de final. Es brutal.

Y es justo en estas fechas en las que nos solemos preguntar. ¿Y qué pasaría si dejamos de hablar todos los días de fútbol? ¿Y qué pasa si la gente ya no prende la televisión para ver un viernes de Mazatlán vs Puebla? ¿Si la afición ya no ve los partidos de la selección? ¿Si el paisano ya no gasta 800 dólares por asistir a estos partidos en Estados Unidos? ¿Algo cambiará? ¿Dejarán de buscar el negocio para centrarse y enfocarse en lo deportivo?

Es la pregunta que me hago en este momento. Y me incluyo dentro del problema, pues definitivamente los medios formamos parte de este círculo vicioso que tiene hoy estancado al deporte mexicano. Si bien se trata de un deporte privatizado, en el cual los recursos salen de la bolsa de los empresarios y no del dinero público, al final de cuentas esos ingresos salen del aficionado. El que compra playeras, asiste al estadio o prende la televisión. Es su cliente principal, y lo están descuidando.

La calidad del espectáculo ofrecido en esta Leagues Cup es terrible. Sin tomar en cuenta que, a la par, también se está dañando al torneo local, dejándolo en segundo plano y alejando a los aficionados de su equipo por varias semanas.

Cuando vas a algún restaurante, donde el servicio es malo, la comida no sabe rica, y el precio es elevado, seguramente nunca regresarás. La mala noticia en este caso, es que parece que así es la experiencia con el futbol mexicano y ahí estamos de regreso cada 7 días.

Desconozco si este nuevo fracaso de la Liga MX en la famosa Leagues Cup provocará algún cambio, pues hace un año la situación fue idéntica y realmente poco cambió.

El ‘experimento’ no está funcionando, pues la idea de este torneo entre dos distintos países era, principalmente, aprovechar al mercado mexicoamericano y llenar los estadios con la visita de los 18 equipos del la Liga MX, pero la apuesta no sale cuando el 95% de los equipos no alcanzan ni siquiera los 4tos de final.

Los estadios lucen vacíos y las transmisiones generan nulo interés sin que el aficionado de Chivas, Pumas, Tigres, Cruz Azul, etc, etc esté pendiente de su equipo. Por ahora, el América tiene a los organizadores con el rosario en las manos para que el negocio no se venga abajo.

Estamos de regreso y de inmediato nos enfrentamos a nuestra dura y complicada realidad, pero este es nuestro fútbol y aquí nos tocó vivir.

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