6 Ene | Mundial 2026 | Alejandro Orvañanos
Como era de esperarse, nada es suficiente para ciertos aficionados y colegas en este país. El anuncio de la Copa del Mundo en 2026 dejó -sorprendentemente- algunas quejas respecto a la cantidad de partidos que se jugarán en suelo mexicano.
Era bien sabido, desde un inicio, que este mundial sería jugado en su mayoría en los Estados Unidos. Es más, no hay que ir tan lejos. El mundial es de Estados Unidos y le han compartido a Canadá y México un poco de su evento. Así, tal cual.
No hay que engañarnos, hoy nuestro país está lejos de poder organizar un evento de esta magnitud. Más allá de los estadios, ni en el mejor de los sueños México podría recibir una Copa del Mundo con 48 selecciones y organizar 104 partidos.
Seguridad, infraestructura, conectividad, y lo más importante; economía. Hay muchas otras prioridades antes que organizar un torneo de fútbol.
Dicen que, gratis, hasta las patadas. Y no es que los 13 partidos que recibirán el Estadio Azteca, el Akron y el BBVA sean “gratis”, pero fue gracias a una buena gestión de los directivos que comenzó desde Yon de Luisa hasta Juan Carlos Rodríguez, que México tendrá parte de un mundial sin realizar una gran inversión que hipotecara al país como sucedió en su momento con Brasil.
No es poca cosa que en el primer día de actividad mundialista, ese por el que los aficionados esperan 4 largos años (en esta ocasión serán tres y medio), los ojos del mundo estén únicamente en territorio azteca.
Si eres joven, estoy seguro estuviste esperando el partido inaugural entre Rusia y Arabia Saudita en 2018. También fuiste el primero en despertar para prender la televisión y disfrutar de un Qatar contra Ecuador en el 2022. ¿Cómo olvidar aquel golazo de Philipp Lahm en el partido inaugural entre Alemania vs Costa Rica en el 2006?. Y qué decir del gol de Rafa Márquez ante las ruidosas vuvuzelas en Sudáfrica 2010.
¿Qué quiero decir? El partido inaugural de un mundial no se olvida nunca, aún cuando tu selección no esté presente. Es, junto a la final, el partido que por agenda todos marcan desde un inicio. Ahora imaginemos que el Estadio Azteca recibirá por tercera vez en su historia un juego de esta magnitud. Inmejorable.
Serán 13 partidos en nuestro país; 10 de fase regular y 3 de fase final. ¿Hubieran sido mejor 20 o 30 encuentros? Claro, pero es lo que tocó, y hasta donde se logró.
Juan Carlos Rodríguez, Comisionado de la FMF, dio a conocer que, de avanzar en primero de grupo, la selección mexicana jugaría en nuestro país los partidos de 16avos de final y 8vos de final. Es decir, si los de Jaime Lozano avanzan, serían 5 partidos en casa y en completa localía. Quizás es temprano para dimensionar que esto probablemente no se repetirá en los próximos 30 años o más.
Bueno, a pesar de todo esto, hay afición indignada y colegas que reclaman el trato recibido hacia nuestro país por parte de los organizadores. Como también hay quienes aseguran que el Estadio Azteca ya está viejo y no está en condiciones de un evento mundialista.
El Lusail de Qatar, el Luzhniki en Rusia, o el Soccer City de Johannesburgo. Todos ellos con tecnología de punta, cómodos, y con diseños espectaculares. Pero hay algo que muy pocos estadios en el mundo tienen, y ni el mejor arquitecto del mundo te lo puede dar. La historia no se cimenta o se compra. La historia se construye lentamente a medida de que los momentos más relevantes van sucediendo en ese mismo lugar.
Imposible entender el fútbol sin el gol del siglo de Diego Armando Maradona Mucho menos sin la famosa ‘mano de Dios’. Para algunos, más antiguos, el tercer título mundial de Pelé es, quizás, el momento más importante en la historia de las Copas del Mundo.
Ni Wembley, ni el Maracaná. Sólo un estadio puede presumir de haber visto consagrarse a los dos mejores futbolistas en la historia de este deporte y ese es el Estadio Azteca.
Las gradas, los pasillos, las porterías, las columnas. Cada rincón del mítico Coloso de Santa Úrsula tiene una historia por contar y aún le quedan varias más.
Es verdad, los 58 años no han pasado en vano y a pesar de las múltiples remodelaciones, el inmueble hoy luce viejo y poco listo para un evento de esta magnitud. La remodelación está por comenzar y tengan por seguro que estará listo y en gran estado para su cita histórica el próximo 11 de Junio del 2026.
Es extraño que el fútbol mexicano nos de motivos para festejar. Históricamente, los fracasos y malas decisiones son el pan de cada día (salvo escasos momentos de gloria que han sido suficientes para mantener la ilusión y emoción del pueblo mexicano).
Esta vez se trata de otra excepción. De otra de esas noticias positivas de las cuales hay que aplaudir y festejar. México será, por tercera vez en su historia, un país mundialista. Muchos o pocos partidos, pero el aficionado mexicano vivirá nuevamente la emoción de una Copa del Mundo.
El trabajo en el escritorio está hecho. El trabajo en las tribunas se hará. Ahora sólo falta un pequeño detalle. ¿El trabajo en la cancha, también estará?
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ALEJANDRO ORVAÑANOS
Reportero y conductor
Cubre a uno de los equipos más grandes de México; el América.
Fue corresponsal en Rusia 2018 y Qatar 2022.
Una de las caras nuevas en la industria que ha conseguido su lugar gracias a su preparación y adaptación, en especial en los medios digitales.