Modric, el refugiado de guerra y mejor centrocampista del mundo. 

Estoy recién desempacado en Madrid, donde tuve la enorme suerte de estar la semana pasada para presenciar el Real Madrid vs Bayern Munich de Champions League. Aún me encuentro emocionado y por mi cabeza siguen pasando las imágenes que tuve la fortuna de presenciar en persona.

Y no solamente hablo del partido, sino de todo lo que rodeó la cobertura y experiencia que viví. Asistir a un entrenamiento del Real Madrid, poder estar en una conferencia de prensa de Carlo Ancelotti, conocer la Ciudad Deportiva y todo lo que significa el club merengue, ha sido una de las mejores cosas que he pasado como periodista deportivo. Y me quedó claro porque se trata del mejor equipo del mundo. Qué nivel y profesionalismo en todos los aspectos. 

Mientras más le doy vueltas a los días, más imágenes que no registré en ese momento van saliendo de mi cabeza, y hoy solo quiero enfocarme en una sola persona

Al entrar a la tienda oficial del Real Madrid, resulta una difícil decisión para cada aficionado el elegir que  nombre y número estamparle a su playera, pues es una práctica muy común entre los turistas merengues que visitan la capital española.

Fue ahí (cuando ví que se exponían los dorsales más importantes como Vinicius, Kroos, Bellingham, Carvajal, Valverde, Rogrygo, etc) Que por mi cabeza pasó que, si yo tuviera que elegir un nombre, sin duda sería el de Luka Modric. Hoy no hay mayor leyenda que él en el plantel blanco.

Para mi suerte, ya me había tocado ver en un partido en vivo al croata, fue en el mundial de Qatar 2022 donde jugó las semifinales contra Argentina. Esa vez le tocó perder, pero el show igual fue espectacular.

Pasan los años y parecen no afectarle, y para confirmarlo bastaron un par de horas después de dicha anécdota en la tienda del Bernabéu. Tengo el momento marcado y clavado en mi mente. Cayó el gol de Alphonso Davies, Ancelotti no lo dudó ni un minuto, y mandó a la cancha al 10 para salvar -otra vez- la eliminatoria.

Ante la cantidad de emociones que se vivían, me propuse olvidarme del balón y seguir por un tiempo al centrocampista merengue. Les diría que fue suerte, pero la realidad es que es lo normal.

 Ahora se hace viral una imagen de Luka cobrando un tiro de esquina que terminó en contragolpe a favor del Bayern, y fue el jugador de 38 años el encargado de recorrer la cancha y recuperar la pelota cuando el 2-0 estaba por liquidar la serie.

Minutos más tarde, en una jugada a la cual no se le ha dado el suficiente valor, Luka recorría otra vez el medio campo para evitar una salida de Manuel Neuer, peinaba el esférico y esa recuperación terminaría en los próximos 10 segundos en el primer gol de Joselu. El que cambió la historia del partido.

Una vez más fue el héroe silencioso, porque los goles fueron de Joselu y el espectáculo de Vinicius, pero el peso y la capacidad para cambiar el rumbo del partido, nuevamente fue del croata.

Su contrato está por terminar y su futuro es un completo misterio. Desde hace 3 años (al menos) su continuidad se cuestiona cada final de temporada, y es que pareciera que -ahora sí- la edad le jugará en contra, pero pasa todo lo contrario. Se mantiene físicamente impecable y futbolísticamente sigue aportando en todos los aspectos. Además de que, a nivel inteligencia, cada temporada se supera. ¿Cuándo será el final?

Modric está en su sexta final de Champions League y pareciera más que encaminado a ganar absolutamente todas las que ha disputado. 90 minutos lo separan de presumir seis orejonas en su palmarés. Claro que se trataría del máximo ganador en la historia.

Quién podría imaginar que ese humilde niño croata, que creció en medio de tiempos turbulentos durante la guerra de los Balcanes, y que tuvo que superar inmensas situaciones para sobrevivir, años después, se convertiría en uno de los centrocampistas más completos de la historia.

Y es que no exageramos al decir que lo tiene todo y que todo lo hace bien. Recupera, dribla, ataca, defiende, asiste, anota. En cada una de sus responsabilidades destaca por encima del resto.

Por si fuera poco, fuera de la cancha lleva el mismo número. Es un tipo de 10; profesional, centrado, comprometido y dispuesto a ayudar a causas nobles. No hay algo que se le pueda reprochar.

En una era dominada por estrellas mediáticas y cifras millonarias, Luka Modric personifica los valores tradicionales del fútbol: trabajo duro, talento innato y pasión por el juego. Su carrera es un recordatorio de que, en un deporte donde el éxito puede ser efímero, la verdadera grandeza perdura a través del tiempo. Mientras continúa dejando su huella en el mundo del fútbol, Luka Modric seguirá siendo admirado no solo por sus habilidades excepcionales, sino también por su humildad y determinación inquebrantables.

No quiero que la emoción me nuble y pueda decir algo que requiera de más análisis y estudio. Pero, ¿Es posible nombrarlo el mejor de todos los tiempos? Zidane, Xavi, Pirlo, Iniesta, Scholes, Platini, Cruyff, entre otros… probablemente quisieran reclamar su lugar.

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