Cruz Azul.. ¡No puedes fallar!

Destino o casualidad. Lo que haya sido, pero la vida y el fútbol han puesto a Cruz Azul donde -seguramente- siempre lo soñó.  Y no me refiero solo a una nueva final. Sino en una nueva final contra el América. En el Estadio Azteca (como visitante) y en un 26 de Mayo.

En el fútbol mexicano hay fechas que simplemente quedarán guardadas en la memoria de todo aficionado, y es justamente un 26 de Mayo el que nos remonta a uno de los partidos más épicos en la historia del balompié mexicano.

Cruz Azul, conocido por sus “cruzazuleadas” tras haber perdido 4 finales de manera consecutiva, se encontraba a 2 minutos de- finalmente- levantar un trofeo. Y lo estaba haciendo en casa de su odiado rival. ¡La malaria se iba a terminar de la mejor manera posible! Pero la historia cambió en 4 minutos. Al 88 y al 92, América empataba y mandaba la final al tiempo extra. El resto es historia. Volvió a suceder.

No hay aficionado a la máquina que no tenga tatuado -para mal- esa final. Ya pasó una década y cada año, en que el 26 de Mayo es recordado. Como si se tratara de una fecha histórica, aparece siempre para recordarle esa gloriosa noche al América y esa trágica experiencia al Cruz Azul.

Pero lo bonito de este deporte es que siempre da revanchas. En ocasiones de manera inmediata y en otras toma un poco más para otorgarlas.

¿Qué más puedes pedir Cruz Azul? La fecha que tanto te ha perseguido y atormentado te ha regalado una segunda oportunidad. Porque la barra americanista no se cansa de corear “Te juro que el 26 de Mayo nunca lo vas a superar”. Y tú, sólo tú, puedes hacerlos callar.

La afición está contigo como hace mucho no lo estaba. Y es que la famosa novena llegó cuando apenas nos levantabamos de una pandemia y no pudiste disfrutar de ella, pues la asistencia al estadio estaba controlada.

Hoy la gente ya no sabe ni dónde encontrar más ‘amuletos’, ‘cábalas’ o `señales’ para creer que esta es la buena. La canción de Julieta Venegas, la desafortunada muerte del niño Jose Armando, que desde el cielo querrá ser el primero en festejar contigo. El número 33 y todas las combinaciones que se han buscado para lograr que todo “coincida” y sume en las vibras positivas.

23 largos años pasaron para que pudieras romper con la sequía del título. 6 finales consecutivas perdidas. ¿Recuerdas lo que fue? Pues una tercera derrota consecutiva en finales ante el acérrimo rival, quizás podría ser peor.

Anselmi, tu técnico, se ha manejado de forma extraordinaria ante los medios. Sobrio en las buenas y mesurado en las no tan buenas que han enfrentado.

Sin embargo, el día de ayer mencionó que esta final no es una “revancha” y que cada final tiene su historia. Y me parece que se equivoca con esa declaración, aunque puedo entender que -quizás- se trate de una estrategia para quitarle peso y responsabilidad a sus jugadores.

Genuinamente pienso que, en poco tiempo, Anselmi ya sabe lo que han representado aquellas finales para el aficionado. Y que para ellos no es una final más. Que para ellos es la final que tanto tiempo estuvieron esperando. Que para ellos no hay mañana y que tantos años de burlas americanistas pueden terminarse este fin de semana. Si Cruz Azul no carga con el autogol de Castro, la falla de Teofilo, el error de Corona en 2018, el doblete de Edson, y todas esos oscuros recuerdos, probablemente no le alcance para terminar con esta mala historia.

Para Cruz Azul no es una final más, Martín. Para Cruz Azul es LA FINAL. Pues desde 1971 que no le ganan un campeonato al odiado rival. Son más de 50 años de cargar con ese peso y tú, Martín, puedes bordar tu nombre con letras de oro en la historia del club cementero si logras cambiar la tendencia negativa.

Y es que en Cruz Azul las cosas son diferentes. En Cruz Azul puedes ser campeón y al siguiente día ser último de la general. En Cruz Azul puedes armar un gran  plantel y al siguiente torneo estar repleto de extranjeros que solo llegaron por negocios de representantes. Bueno, en Cruz Azul puedes ser un histórico cómo Ricardo Ferretti y durar 3 jornadas.

Es extraño, es un club distinto. Que ha sufrido en muchas, y. por lo mismo, cuando puede celebrar, lo disfruta como nadie más.

Llegó tu hora Cruz Azul. Llegó tu momento. Y esta vez, no les puedes fallar. 

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