¡Por fin un proyecto en selección… y también es criticado!

Se dio a conocer la pre lista rumbo a la Copa América 2024. Una lista que sorprendió por la ausencia de las llamadas “vacas sagradas” de selección mexicana.

Jaime Lozano y su cuerpo técnico dieron un golpe histórico al prescindir de los referentes del tricolor para un torneo oficial y de suma importancia. Guillermo Ochoa, Hírving Lozano, Raúl Jiménez, Jesús Gallardo y Henry Martín fueron los grandes ausentes.

¿La razón? Quedan 2 años para la Copa del Mundo en nuestro país, y el futuro no es, para nada, alentador. La idea principal de parte del ‘Jimmy’ es ver caras distintas y probarlos en un escenario de máxima exigencia como lo es un torneo continental. Es verdad, esto se debió haber hecho hace mucho tiempo, pero no se hizo, y me parece que el famoso dicho: “más vale tarde que nunca” hoy puede quedar a la perfección.

El promedio de edad de la última convocatoria de México para el Final Four ante Panamá y Estados Unidos rebasaba los 27 años de edad. Es decir, de mantener a esta base, al 2026 se llegará con un equipo rozando los 30 años de edad en promedio. Algo altísimo y que ya sufrimos en Qatar 2022, siendo el equipo más veterano.

Pero hoy vengo a hablar de los famosos críticos. De esos a los que NADA, absolutamente NADA los deja satisfecho. Y con esto no quiero decir que no se pueda dar una opinión o crítica, para nada. Sin embargo, me parece que estas deben ir acompañadas de cierto análisis o preparación. Es ahí donde te das cuenta si los señalamientos van sustentados o simplemente se hace por diversión. Realmente lo creo, hay un sector de aficionados y colegas que lo único que buscan es ‘reventar’ y disfrutan de hacerlo. No aportan. No suman. No sugieren. No estudian. Solamente es llevar la contraria, algo que se nos da y bastante en este medio.

Vayamos al fondo del asunto. Aun llevando a los referentes, la selección mexicana no era favorita a conseguir algo importante en la Copa América. Hay que partir de ahí, desafortunadamente es la realidad, y hoy México aspiraba, como mucho, a unas semifinales. Lo que igual parecía difícil.

¿A qué voy con esto? Que igual el resultado negativo era altamente presupuestable, y probablemente los directivos y cuerpo técnico se percataron de esto. ¿Qué se iba a ganar si México llevaba a los mismos de siempre? Muy posiblemente otro fracaso y señalamientos hacia el DT en turno por seguir convocando a los mismos de siempre.

En su lugar, Jaime Lozano decidió prescindir de varios futbolistas, pero no para siempre, sino para tener otras caras y saber qué es lo que pueden aportarle. Conocer su potencial en torneos de máxima exigencia. Generar una competencia interna y así, al terminar la Copa América saber si realmente hay jugadores que pueden integrarse al proceso final rumbo al mundial. De otra manera no hay forma de saber si un Malagón puede competirle a Ochoa. Si un Arteaga ya está para tomar la banda izquierda de la selección. Si Santi Giménez toma la batuta y se consolida como el centro delantero titular por encima de Henry o Raúl Jiménez.

Pero podemos ir más allá, Bryan González de Pachuca tiene 21 años, y esto bien puede representar una vitrina importante para que pueda llegar una oportunidad de Europa. Otro de 21 años es Andrés Montaño, que lleva un par de temporadas destacadísimas y también necesita un escaparate más importante que el Mazatlán (con todo respeto) para poder crecer.

Y así nos vamos con el Tala Rangel de 24, Chiquete Orozco y Víctor Guzman de 22, o el propio Marcelo Flores que con apenas 20 años empieza a tomar el nivel que tanto se esperaba de él y se ha ganado una nueva oportunidad en selección mexicana.

Si de los mencionados, al menos 2 o 3 logran levantar la mano y hasta por ahí levantando interés de equipos en Europa,  la Copa América ya será de más provecho que cualquier otro torneo en los últimos años.

El proyecto es rumbo al 2026, y el eterno problema que se ha tenido históricamente en nuestro fútbol, es la inmediatez y el querer dar resultados a corto plazo. Por primera vez se está buscando algo a mediano plazo (porque estamos claros que ya vamos tarde), pero se está buscando algo diferente. Se está sacrificando que México pudiera quedar eliminado en fase de grupos, lo que a patrocinadores y televisoras no dejaría nada satisfechos, pero a cambio de un -mínimo- beneficio deportivo.

¿Ahora eso también está mal?

Hay veces que yo no entiendo mucho de esta industria, o quizás entiendo demasiado, pero sigo siendo muy ingenuo al creer que puede cambiar algún día.

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